Masía documentada desde el siglo XIII, cuando se llamaba mas Roquers . Durante el siglo XIV perteneció a la familia Medios y en el siglo XVIII a los Calopa. En el siglo XIX fue adquirida por el barón de Esponellà. Es un edificio de planta rectangular, con varios cuerpos anexos. Delante de la casa, junto a la riera, hay un edificio que podría haber sido un antiguo molino. Todo el conjunto se encuentra muy degradado. La fachada conserva los elementos antiguos, seguramente del siglo XVII, como los ventanales enmarcados en piedra.
En su interior en una de las estancias de arriba, podemos ver un techo decorado, que aun conserva parte de su esplendor. Entrando a la izquierda se puede apreciar una habitación con una chimenea que ocupa casi toda la estancia, posiblemente seria un horno o algo así.
En nuestra visita, que no fué muy larga, pudimos apreciar que algún indigente vivía allí, en la edificación que se encuentra frente a la entrada, también pudimos ver un par de ratas de gran tamaño.
Una vez franqueamos el recinto, pasado los silos que se encuentran en la entrada, justo a mano derecha, encontramos restos de fuego y latas de comida.
En la entrada, encontramos todo el suelo lleno de bobinas de hilo de gran tamaño y varios colores. Un poco más adentro, tirado por el suelo, habían accesorios de coches.
Las paredes, todas llenas de grietas, algunas casi colgando, incrementa el riesgo de derrumbe, muchos de los suelos de la parte alta, se encontraban encorvados en su punto medio.
Durante la visita, pudimos hacer alguna grabación de las que salieron estas psicofonias.
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