jueves, 14 de febrero de 2013

LA PUDA, RESTOS DE HISTORIA



La Puda es uno de los lugares de mayor atracción para mi, he pasado miles de veces junto a ella, girando la cara hacia atrás y pensando, "un día de estos la visitaré".
Por fin llegó el día, acompañada de mi gran amiga Minerva Casales, penetramos en su interior, trasladándonos a aquellos maravillosos años en que llegaban los carruajes y diligencias con huéspedes para aquel majestuoso balneario.
A raíz de un terremoto, en el siglo XVIII,  empezaron a brotar aguas sulfurosas. La primera referencia histórica data de 1718, cuando el doctor Salvador hizo su primer análisis químico de las aguas. Estas aguas, de naturaleza sulfurosa-sódica, brotan a una temperatura de 32 º C y se calcula su caudal actual en unos 4 l / s que se vierten directamente al río.


Las aguas comenzaron a ser usadas con fines medicinales en 1818. El año 1829 se empezaron a construir dos edificios de baños, cada una de las dos orillas del río Llobregat aprovechando las dos surgencias de agua termal que brotaban a ambos lados del río, bajo la dirección facultativa del médico Antoni Coca i Rabassa y la intervención de Salvador Garriga, un sastre de Esparreguera. Debido a la falta de dinero, Garriga se suicidó el año 1831, y su hermano continuó las obras, asociado con Francisco Castells y Francesc Pedrosa. El año 1834 los edificios ya estaban en pleno funcionamiento. Las riadas del río Llobregat de 1842 y 1843 inundaron y arrasaron los edificios. La altura tanto sumamente baja a que brota el agua mineral (al nivel del río) impidió que los edificios se pudieran construir a mucho más altura, lo que provocó su destrucción con la riada. Este hecho también ha afectado a los edificios actuales ya que en varias ocasiones han sufrido las embestidas del río.

El 12 de marzo de 1845 el psiquiatra Antoni Pujadas y Mayans completó la compra de los dos edificios y terrenos del balneario de la Puda, con la colaboración del comerciante José Oriol Negrevernis, con el objetivo de renovar las instalaciones, crear un nuevo balneario y un nuevo manicomio, y dar entrada a otros socios. Las previsiones de negocio no se cumplieron, en parte debido a la dificultad de acceso al balneario ya que las facciones carlistas hacían inseguros los caminos. Surgieron muchos conflictos entre los socios hasta que la sociedad fue finalmente liquidada.

De esta época es el edificio que se conserva en estado ruinoso proyectado por el arquitecto Josep Oriol i Bernadet  que debía ser uno de los balnearios más grandes de Europa pero del cual sólo se realizó el ala izquierda de todo el complejo.De todos modos destaca la galería de baños, en los sótanos del edificio, con un conjunto de arcos y bóvedas pensados para ventilar el espacio de los vapores del agua termal. En 1858, junto al establecimiento balneario, se construyó un puente de madera sobre el río Llobregat según un proyecto del arquitecto Elies Rogent , que enlazaba la Puda con el camino de Esparreguera.

El balneario se fue ampliando en el último cuarto del siglo XIX. Su momento de esplendor fue a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se puso de moda entre la burguesía barcelonesa , que se instalaba en el hotel Gori de Olesa de Montserrat , con el que el unía un servicio permanente de diligencias. Se cerró en 1958 destrozado por una crecida del río y actualmente está en estado ruinoso.

Como datos curiosos, a mediados de la década de los 90, en Nacho Cano eligió el Balneario de la Puda para rodar el vídeo-clip de la canción El Patio , donde aparecía, entre otros, la Penélope Cruz . Diez años más tarde, La Puda también acogería durante un fin de semana una fiesta rave con la asistencia de más de 2.000 personas. La Puda también aparece en el vídeo musical de la canción "Heart of Soul" (1992) del grupo británico The Cult. En nuestra visita, pudimos ver como rodaban un corto de terror de las manos de Ferran P. Montaña.



Estas son las supuestas psicofonias recogidas, tanto en el hotel como en el balneario.